Lecci�n 2 – “regla que se convierte de la mente”

Lecci�n 2 – “regla que se convierte de la mente”

El meditador experimentado busca las �reas malsanas dentro de se, esforz�ndose para exponer y para librarse de cada nudo de karma.

El meditador que comienza se puede dar una sacudida el�ctrica y encogimiento incluso de continuar la pr�ctica de la meditaci�n mientras que su mente interna juega los pensamientos infelices traseros que se imponen ante su paz.

Muchos paran la meditaci�n en conjunto a este punto y dan vuelta en lugar de otro a las distracciones de la vida moderna para el consuelo. Pero la meditaci�n verdadera sucede debido a la evoluci�n del alma. Nos desarrollamos en las pr�cticas meditativas del bhakti, el yoga de la dedicaci�n.

La transici�n se gana a trav�s m�s all� de los buenos karmas, no elegidos como pasatiempo intelectual o recreacional.

Mientras que la transici�n de la adoraci�n externa a la adoraci�n interna se hace, el devoto tiene que hacer frente a todos los malos karmas alegre y honesto para resolverlos y moverse adelante. Sent�ndose en un estado de la meditaci�n verdadera, una debe estar m�s viva y alerta que un caminante de la apretado-cuerda suspendido sin una red, en un cable tenso 300 pies sobre la tierra. 풳sted supone que este hombre es so�oliento, eso que �l permite que vague su mente?

No, cada m�sculo y el tend�n de su cuerpo, cada pensamiento, cada sensaci�n dentro de �l est� absolutamente bajo su control.

Es la �nica manera que �l puede mantener el equilibrio que lo guarda del hundimiento a la tierra debajo.

�l debe ser el amo de se, de todo el rato intentando identificar con su alma pura que es, no permitiendo que la atenci�n sea tirada aqu� y all� — al cuerpo f�sico, a los sonidos exteriores, a los pensamientos del pasado o a las preocupaciones por el futuro.

En la meditaci�n, usted sentir� la misma intensidad del prop�sito que el caminante de la apretado-cuerda.

Cada �tomo en su ser debe estar vivo, cada emoci�n bajo control, cada pensamiento que intenta imponerse ante su mente puesta a un lado hasta que se logra su prop�sito.

Si el hombre trescientos pies para arriba en el aire siente una r�faga del viento el venir contra �l, �l debe ejercitar quiz�s voluntad y la concentraci�n de cientos veces m�s para seguir contrapesado en sus condiciones precarias.

Asimismo, en la meditaci�n su mente se puede concentrar intenso sobre un objeto particular o pensamiento, pero usted encuentra un pensamiento de oposici�n que intenta divertir su atenci�n.

El pensamiento de oposici�n puede simplemente ser un viento de su subconsciente.

Usted debe entonces poner m�s esfuerzo en el objeto de su concentraci�n de modo que los pensamientos de oposici�n sean puestos a un lado y no tener energ�a de derribar su equilibrio.

Sobre incorporar un estado de la meditaci�n, uno puede encontrar que el conocimiento est� enredado en una lucha entre dos estados de mente: el subconsciente del �ltimo y del consciente, externo, despertando el estado referido al presente y futuro.

El meditador experimentado aprende que �l es el vigilante, conocimiento puro.

Cuando la concentraci�n se sostiene bastante tiempo, �l se zambulle en el estado de la mente, intuitivo. Permite el meditador, en hora, de desenredar el misterio.

Un estado integrado, uno-acentuado de ser es la meta — un estado de la opini�n interna sin vacilar, con la capacidad de mover conocimiento a trav�s de los varios estados de la mente en la voluntad.

Convertirse en la regla de la mente es la meta. Entonces ir m�s all� de la mente en el uno mismo es el destino de toda la vida en este planeta, para la mayor�a en una vida a venir.

La meditaci�n se puede sostener solamente si vive una  vida sana, libera de los enredos emocionales y de los hechos . La meditaci�n intensiva, constante disipa a las fuerzas de la mente y a convertidos antag�nicos, ego�stas, instintivos esos canales de la energ�a en la acci�n creativa levantada.

La misma fuerza trabaja para hacer el santo o el pecador. La misma fuerza anima amor y odio.

Est� para que el devoto controle y dirija esa una fuerza de modo que trabaje a trav�s de los canales m�s altos de la expresi�n creativa.

Cuando se despierta esta fuerza del alma, las calidades refinadas del amor, del perd�n, de la lealtad y de la generosidad comienzan a revelar.

En esto ascendi� el estado del sentido concentrado, el devoto podr� mirar abajo en todas las condiciones e implicaciones tensas dentro de su propia mente de una visi�n lejos “sobre” ellas.

Mientras que se desploma la actividad de sus pensamientos, �l comienza a sentirse en el pa�s en que estado puro de ser, lanzado de su identificaci�n con y bondad para bajar estados de la mente.

Una sensaci�n profunda de la libertad completa persiste. La meditaci�n es similar a mirar el juego de la luz y de los cuadros en la televisi�n.

Identifique con los cuadros, y la emoci�n es experimentada. Identifique con la luz, y la paz es experimentada.

Enci�ndase y las formas de la energ�a tienen su fuente en DIOS. Begin esta tarde, mientras que miran las noticias en la TV, guardando conocimiento m�s dentro de la luz que los cuadros.

Sin falta, comience este arte antiguo, mistico, pero como usted progresa, no sea sorprendido cuando los pesares, las dudas, los confusiones y los miedos que usted sab�a apenas que usted record� el telar para arriba uno por uno que se har� frente y resuelto. Realice el tantra del daha del vasana: anote simplemente todos los pesares, dudas, confusiones y miedos en tanto detalle como sea posible, despu�s qu�mese el papel en un lugar del fuego o la basura puede.

Demande el lanzamiento de la �ltima impresi�n que este tantra imparte. Comience a buscar dentro ahora. .

Preksha Dhyana Anjay Mohnot 풢l comenzar a meditar?