Capítulo 7

Capítulo 6
EL Significado De Majavira.

El Tirthankara Majavira, despu�s de que alcanz� la omnisciencia a la edad de cuarenta y dos a�os, viaj� continuamente por el pa�s durante un per�odo de treinta a�os, y predic� los principios del Jainismo a personas de sociedades urbanas, rurales y tribales.

La personalidad y ense�anzas del Tirthankara Majavira tuvo mucha influencia en todas las secciones de la poblaci�n y especialmente entre las personas m�s pobres.

�l no solamente las revel� el camino de la liberaci�n para alcanzar la felicidad eterna, sino que predic� ese mensaje a todas las personas, sin distinci�n de castas y clases sociales.

Su sinceridad de prop�sito, manera de aproximarse, m�todo de explicaci�n, discurso divino y doctrinas filos�ficas y �ticas apelaban a todas las personas y mucha gente adopt� la Religi�n Jaina como laicos o como ascetas.

El n�mero de adherentes a la Religi�n Jaina comenz� a aumentar rapidamente.

De esta manera, el Tirthankara Majavira inagur� una nueva era de esperanza y aspiraciones para la gente com�n y tuvo un �xito considerable para cambiar la vida, puntos de vista y valoresd e la gente.

�l introdujo varios conceptos nuevos e ideas que revolucionaron la vida entera de mucha gente.

Los cambios sociales que predic� el Tirthankara Majavira fueron muy importantes.

Su pr�dica tuvo contribuciones muy importantes, que analizaremos en este momento.

Establecimiento de la igualdad social:

La contribuci�n m�s importante de Majavira fu� esl establecimiento de la igualdad social entre las cuatro Varnas, es decir, clases.

Majavira tuvo �xito en organizar a sus muchos seguidores en un sistema social compacto bastante distinto al sistema social brahm�nico del per�odo v�dico.

La sociedad v�dica estaba compuesta de cuatro clases o castas:

Brahmanes (Sacerdotes).

Kshatriyas (Guerreros).

Vaishya (Agricultores y comerciantes).

y Shudras (Servidores).

Se dec�a que se originaron en la boca, los brazos, los muslos y los pies del Creador, Brahman.

Esto explicaba el significado de cada clase, a las que se le atribu;ia un origen divino.

Estas clases eran distintas y estaban separadas, y esta �ltima situaci�n estimulaba la rivalidad entre ellas.

A�n en los antiguos tiempos del Rig Veda, que es uno de los Vedas, los cuales son libros sagrados para el Hindu�smo, se insist�a en la superioridad de la clase de los Brahmanes, que era la clase sacerdotal.

A cada clase o casta se le prescrib�a distintas reglas y conductas.

El Taittiriya Brahmana recomendaba a los Brahmanes hacer sacrificios, en el verano a los Kshatriyas, y en el oto�o a los Vaishyas.

El Atharva Veda proclamaba en el m�s fuerte de los lenguajes que era una gran pecado insultar o robar a los Brahmanes, y que tendr�a consecuencias muy negativa para los que cometieran esos hechos.

Estas prerrogativas y pretensiones de la clase sacerdotal naturalmente crearon divisiones en la sociedad.

Los Brahamanes eran la clase dominante. A los Kshatriyas se les asign� una posici�n similar a los Brahmanes.

Los Vaishyas y los Shudras ten�an una posici�n muy inferior con respecto a las castas anteriores.

Estas castas se basaban en el nacimiento.

Contra estas pr�cticas basadas en la inigualdad social y en la discriminaci�n, el Tirtharikara Majavira laz� sus cr�ticas.

�l reconoci� la divisi�n de la sociedad en cuatro clases, pero basadas en la naturaleza de las actividades de las que se ocupan y no en el nacimiento.

�l di� completa libertad a todas las personas, incluyendo a las mujeres y a los Shudras, para cumplir las pr�cticas religiosas jainas y para ser admitidos en las �rdenes religiosas.

De esta manera, el Tirthankara Majavira abri� las puertas del Jainismo a todos, y di� agualdad de oprtunidades a todos, independientemente de su clase o nacimiento, para practicar la religi�n seg�n su capacidad.

Aquellos jainas, hombres y mujeres que eran laicos, fueron conocidos respectivamente como Shravakas y Shravikas.

Los ascetas, que eran monjes y monjas, fueron conocidos respectivamente como Sadhus and Sadhvis.

Este sistema social jaina de llam� Sistema Varna, y consiste en la divisi�n de la sociedad en Varnas o clases, basadas en las distintas actividades que realizan sus miembros y no en el nacimiento.

Las personas de buena conducta alcanzan el para�so, independientemente de su clase o de si son ricos o pobres.

Los malvados van al infierno, y no influye en nada su clase, o si son ricos o pobres.

Las personas buenas deben observar la buena conducta como si estuvieran en una alta posici�n.

La sociedad predicada por el Tirthankara Majavira es una sociedad de clases no hereditarias y se garantiza la libertad total para camiar de clase.

Esas clases son estilos de vida y se considera que lo m�s importante es el la conducta que se debe cumplir. No hay clases degradadas o descuidadas, cada uno es libre de seguir la profesi�n que quiera, y para cumplir los ritos y pr�cticas religiosas.

Esta concepci�n de Majavira produjo un gran impacto en el sistema social. El principio de igualdad social entre las clases fu� solidamente establecido y la mobilidad social esntre las clases se increment�, ya que fu� removido el criterio que se basaba en el nacimiento.

Esto tuvo un considerable efecto en los Shudras, porque sus condiciones de vida eran deplorables.

Los Shudras eran privados de educaci�n, sus derechos eran negados, sometidos a tratos inhumanos y se les asignaba la posici�n m�s baja de la sociedad.

Los Shudras eran completamente discriminados en los temas religiosos y ten�an varias restricciones para sus movimientos y modos de vida.

Las ense�anzas del Tirthankara Majavira criticaron las pr�cticas sociales de discriminaci�n, y protegieron a los Shudras.

Obviamente, hubo en esa �poca un cambio social hacia los no arios y las masas. Lentamente, comenz� una fuerte oposici�n a la continuaci�n de cualquier clase de esclavitud.

Los sentimientos de disconformidad hacia estas ideas desaparecieron.

Naturalmente, las masas fueron muy beneficiadas cuando las pr�cticas de discriminaci�n social fueron completamente prohibidas,

y tuvieron oportunidades para mejorar su calidad de vida.

Desde el per�odo v�dico los sacerdotes brahamnes disfrutaban de la m�s alta situaci�n social, facilidades pol�ticas, concesiones econ�micas, oportunidades educativas, dominio cultural y privilegios religiosos, de los que estaban exclu�das las otras clases.

Esta condici�n monop�lica de prominencia social de los sacerdotes era usada para la explotaci�n de las masa en diferentes campos y especialmente en los temas religiosos, que eran los m�s importantes para el pueblo.

Obviamente, los sacerdotes estaban deseosos de perpetuar su dominio sobre las masas, y no vacilaban en utilizar todos los medios en esas condiciones para que dependieran de sus favores.

Naturalmente, hab;ia en las masas un sentimiento de disconformidad y de frustraci�n.

El Tirthankara Majavira critic� abiertamente las pr�cticas de explotaci�n de las masas. Al mismo tiempo, el Tirthankara Majavira hizo a su religi�n facilmente accesible a las masas, di� igual oprtunidades en la pr�ctica de la religi�n, y predic� que todas las personas pueden alcanzar la Liberaci�n.

Predic� que hab�a que cumplir reglas de conducta para alcanzar la Liberaci�n, y que esta meta no se alcanzaba por los diferentes clases de sacrificios que hac�an los sacerdotes.

Esta pr�dica hizo que mucha gente fuera libre de la dominaci�n de los sacerdotes, cre� un sentimiento de autoconfianza y ape� a las masas.

Las masas de esa �poca eran explotadas por los sacerdotes, y depend�an de sus favores.

Esta situaci�n provoc� una fuerte oposici�n que redujo considerablemente la explotaci�n de los sacerdotes a las masas.

Pero, el Tirthankara Majavira s�lamente criticaba a los sacerdotes por su explotaci�n a las masas.

En realidad, el Tirthankara Majavira siempre apreci� las capacidades intelectuales de los Brahmanes, y admiti� a los admiti� en la Religi�n Jaina.

Incluso nombr� a Indrabhuti Gautama, un maestro Brahman, como su primer Ganadhara, ap�stol o Disc�pulo Jefe.

Ya se ha mencionado que el Tirthankara Majavira pronunci� su primer Serm�n despu�s de 66 d�as que �l alcanzara la Omnisciencia, solamente cuando obtuvo los servicios del m�s talentoso maestro Brahman, Indrabhuti Gautama, para tener a un adecuado int�rprete de sus ense�anzas, que las pudiera exponer fielmente.

En este aspecto, el Tirthankara Majavira consideraba positiva la educaci�n de los Brahmanes pero invariablemente criticaba su explotaci�n de las masas.

Emancipaci�n de las mujeres.

Otra contribuci�n muy importante hecha por el Tirthankara Majavira en el campo social, consiste en la idea de mejorar el estado de las mujeres.

En la �ltima parte del per�odo v�dico se hab�an reducido a las mujeres, pr�cticamente al estado de Shudras.

No pod�an estudiar los textos religiosos.

El hecho de ver mujeres era considerado como desfavorable, e incluso se lleg� a pedir a los hombres que eviten ver mujeres, Shudras, cuerpos muertos, etc.

As�, las mujeres no ten�an pr�cticamente ning�n lugar en la vida religiosa de la sociedad y permanec�an en una situaci�n degradada.

Esta posici�n inferior de las mujeres fu� cambiada definitivamente por el Tirthankara Majavira de muchas maneras.

�l quit� las restricciones impuestas a las mujeres especialmente en la pr�ctica de la religi�n.

De hecho, el Tirthankara Majavira no hizo ninguna distinci�n entre los hombres y las mujeres en la observancia de la religi�n.

Las reglas de conducta que �l predic� eran exactamente iguales, para los hombres y para las mujeres.

Di� oportunidades iguales en diversos temas de la religi�n, como el estudio de los textos sagrados, la observancia de los deberes necesarios, la pr�ctica de los vratas, es decir, votos, el ingreso en la orden asc�tica, la pr�ctica de la penitencia, el progreso espiritual etc.

En la orden religiosa del Tirthankara Majavira se llamaron a los laicos Shravakas y a las laicas Shravikas, y ambos deb�an observar sus deberes religiosos comunes.

Semejantemente, �l les di� los mismos deberes a los ascetas, ya sean hombres o mujeres.

El sexo femenino no era ninguna barrera para la pr�ctica del asceticismo.

El Tirthankara Majavira demostr� esta actitud de igualdad hacia las mujeres, y las admiti� libremente en su orden asc�tica, sin hacer ninguna discriminaci�n.

Esto explica porqu� en la organizaci�n religiosa del Tirthankara Majavira hab�a dos �rdenes de ascetas, los monjes o Sadhus, y

las monjas o Sadhvis.

Se indica que en la orden religiosa cu�druple del Tirthankara Majavira hab�a cerca de 14.000 Sadhus, 36.000 Sadhvis, 100.000 Shravakas y 300.000 Shravikas.

Esto demuestra que los miembros femeninos exced�an en n�mero a los miembros masculinos.

Las mujeres jainas estaban muy impacientes para aprovechar la oportunidad ofrecida a ellas por el Tirthankara Majavira.

De hecho, muchas mujeres de las familias reales, y parientes cercanas de Majavira se unieron a su orden asc�tica.

Por ejemplo, Chandana y Jyeshtha, las dos hermanas m�s j�venes de la reina Trishaladevi, la madre de Mahavira, ingresaron en la orden asc�tica del Tirthankara Majavira.

Chandana asumi� la posici�n de jefe de Sadhvis, es decir, los ascetas femeninos.

De esta manera, el Tirthankara Majavira logr� la emancipaci�n de las mujeres d�ndoles oportunidades como a los hombres, para alcanzar su objetivo m�s alto de la vida, la Liberaci�n.

Las mujeres aprovecharon estas oportunidades, y muchas de ellas se distinguieron como profesoras y predicadoras.

La independencia religiosa dada a las mujeres tuvo tambi�n m�s repercusiones en otros campos.

La igualdad de oportunidad fue acordada a las mujeres en varios temas.

En la educaci�n, tuvieron igual trato que los hombres.

La gran importancia de impartir la educaci�n a las mujeres, junto con los hombres, fu� sostenida incluso en tiempos muy antiguos por Rishabhadeva, el primer Tirthankara, y les aconsej� a sus dos hijas j�venes, Brahmi y Sundari, sobre la importancia de la educaci�n, dec�endoles que una mujer culta ocupa la posici�n m�s alta en el mundo femenino.

Seg�n la Tradici�n Jaina, se espera que una mujer sepa 64 artes, como bailar, pintar, m�sica,la medicina, la ciencia de la casa etc. Como resultado de este tipo de educaci�n recibido por las mujeres, encontramos, en la Tradici�n Jaina, que muchas mujeres se incorporaban a la profesi�n docentes, y segu�an siendo solteras a trav�s de su vida para continuar sus experimentos espirituales.

Se registra en la tradici�n jaina que Jayanti, una hija del rey Saliasranika de Kaushambi, segu�a siendo soltera fuera de su amor por la filosof�a de la religi�n.

Cuando Majavira la visit�, ella convers� con �l, sobre filosof�a de la religi�n.

Adem�s, muchas mujeres jainas se destacaron en la literatura, como escritoras.

Por ejemplo, hubo geniales escritoras jainas, eb la literatura escrita en idioma kannada. La m�s famosa entre ellas, era Kanti, de la corte del rey rey Ballal I de Hoyasala, en Karnatak.

Ella era una oradora y una poetisa muy importante.

Semejantemente, Avvaiyara, era una poetisa muy famosa en el idioma tamil.

Pr�dica de la independencia espiritual.

Una contribuci�n revolucionaria del Tirthankara Majavira consisti� en cambiar la actitud de la gente hacia dios, y por lo tanto, estimular la independencia en las mentes de la gente.

La creencia com�n seg�n la ideolog�a v�dica era que como este mundo ha sido creado por un dios, y que el trabajo de controlar los acontecimientos en este mundo tambi�n es realizado por un dios.

Esta creencia popular engendr� una sensaci�n de dependencia divina en las mentes de la gente, porque se sosten�a que el dios puede hacer y deshacer cualquier cosa en este mundo de acuerdo con sus deseos.

Naturalmente, cre� un sentido de dependencia completa, de la gente hacia el dios, en sus conductas y actividades diarias, para asegurar la felicidad en este mundo, as� como en el mundo siguiente.

Esta idea condujo a que mucha gente se preocupara en conseguir los favores del dios y evitar los castigos. Como resultado de esta actitud, la gente comenz� a poner la fe entera en el dios omnipotente, y a asegurarse de sus favores practicando ciertos ritos y rituales destinados para esos prop�sitos.

Para esto acudieron a los sacerdotes, porque conoc�an esos ritos, y eran los �nicos que pod�an realizarlos de la manera apropiada.

De esta manera, el c�digo de la conducta de la gente fue dominado completamente por la pr�ctica de muchos rituales.

Los sacerdotes eran esenciales en estas actividades, porque eran los intermediario entre la gente y el dios, para asegurar los favores del dios.

El Tirthankara Majavira critic� intensivamente esta actitud de sumisi�n completa al dios para lograr la liberaci�n espiritual.

En este tema, el Tirthankara Majavira predic� que este mundo es eterno y no ha sido creado por ningun dios.

Adem�s, dec�a que los sucesos en este mundo no son controlados por un dios. �l proclam� claramente, que nada aqu� o en otra parte, depende de los favores de un dios, porque todo depende de las acciones de la gente.

�l predic� que las personas deben confiar en s� mismas, y cumplir con un c�digo de conducta �tica para alcanzar la Liberaci�n, y no simplemente realizando algunos rituales con la ayuda de otros.

Majavira insisti� en la fe correcta, la conducta correcta, y el conocimiento correcto.

Tambi�n dec�a que lo que vale son los popios esfuerzos.

Adem�s, �l caus� gran impacto en la gente con la teor�a del karma que se basa en el principio de la independencia. Esta doctrina explica las razones de las causas y los efectos.

Sostiene que cada suceso en este mundo es el resultado de algunas causas antecedentes.

Puesto que el alma individual es la que hace las acciones, debe llevar las consecuencias de estas acciones.

No hay salida de ella. La responsabilidad de consecuencias no puede ser cambiada.

No hay salvaci�n hasta que el alma se libera de los karmas,

Para lograr esto depende de sus esfuerzos propios, y no de la ayuda de un dios.

Los dioses no tienen la energ�a para influir en las consecuencias de los karmas y no tienen ninguna autoridad para perdonar a gente de las consecuencias de sus acciones.

Esta teor�a del karma ha sido una original idea y la parte integral de la ideolog�a del Tirthankara Majavira.

Los dioses no otorgan premios y castigos.

�l esplicaba que el hombre es el arquitecto de su propio destino.

�l asegur� a la gente que el logro de la liberaci�n, el �ltimo objetivo en la vida, es posible y depende enteramente cada uno.

El Tirthankara Majavira quiso que cada individuo sea un h�roe en el campo de batalla espiritual.

Este cambio b�sico, trajo un cambio total en la vida de la gente, que comenz� a poner m�s atenci�n en los aspectos �ticos de la conducta que en los aspectos ritualistas.

�nfasis en la No-violencia.

La contribuci�n m�s distintiva de Majavira consiste en su gran �nfasis en la observancia de Ahimsa, es decir, no lesi�n a los seres vivos.

Ahimsa en su significado completo fu� observada y predicada por los veintitr�s Tirthankaras que precedieron al Tirthankara Majavira. De hecho, la filosof�a y las reglas de la conducta de la religi�n jaina se basan en la idea de Ahimsa.

El Jainismo ha llegado a ser sin�nimo de Ahimsa.

Tambi�n al Jainismo se lo considera la religi�n de Ahimsa.

Durante el per�odo v�dico se daba mucha importancia a los sacrificios, para tratar de asegurarse los favores de los dioses, y evitar sus castigos.

Eran muy elaborados, complicados y con varias restricciones.

Los sacrificios se convirtieron en una caracter�stica com�n de la vida religiosa de la gente. La caracter�stica peculiar de estos sacrificios era que fueron acompa�ados generalmente por la matanza de animales.

Pues los sacrificios eran principalmente sacrificios animales implicaban la pr�ctica de Himsa en un grado considerable.

Junto con esta pr�ctica, comer carne era extremadamente popular en diversas secciones de la sociedad.

Pr�cticamente todas las ceremonias importantes eran acompa�adas con la matanza de animales.

Las ofrendas de carne se hac�an habitualmente, y los que ofrec�an los sacrificios, junto con los sacerdotes com�an la carne.

La carne de vacas y de toros no se parece haber sido excluida.

Era un costumbre para recibir a un hu�sped distinguido, convidarlo con carne.

En las ceremonias de boda, se mataba a muchos bueyes.

Con la carne se agasajaba a los hu�spedes.

Estos sacrificios eran obligatorios en ciertas ocasiones y ceremonias.

En las cermoinias de Shradhhas, el sacrificio de vacas era recomendado, y se utilizaba tambi�n arroz, cebada, el s�samo, frutas etc.

La carne era casi obligatoria en Annaprashana, es decir, la primera alimentaci�n del ni�o con alimento s�lido.

En las cermonias de cremaci�n de difuntos tambi�n era costumbre.

El Tirthankara Majavira critic� vigorosamente los sacrificios animales y la pr�ctica de comenr carne.

El respeto por todos los seres vivos tiene su explicaci�n l�gica en el hecho de que todas las almas son potencialmente iguales.

�l predicaba que no hay que hacerle a los dem�s lo que no quermos que nos hagan a uno.

Esto es porque todos los seres vivos tienen alma.

�l explic� la doctrina de Ahimsa sistem�ticamente y detalladamente. Se clasifica la lesi�n o la violencia en tres clases:

1 La violencia f�sica, que mata, o hiere o causa cualquier dolor f�sico.

2 La violencia en palabras consiste en usar palabras �speras.

3 La violencia mental, que tambi�n es posible.

Adem�s, predicaba que debe ser evitada.

Agregaba que no s�lo no debe ser cometida, sino que tampoco debe ser consentida.

Por otra parte, entre los cinco Vratas, es decir, votos, el primero es la observancia de Ahimsa.

Adem�s, Ahimsa es vista como el voto principal, y los otros cuatro votos eran considerados como detalles del voto principal.

Estas ideas de Ahimsa, tuvieron muchas consecuencias en el arpecto social.

La pr�ctica de realizar ritos sacrificatorios, y especialmente la matanza de animales como sacrificios a los dioses qued� considerablemente en desuso.

Semejantemente, matar de animales para la caza, los deportes y los prop�sitos de decoraci�n disminuy� mucho.

Adem�s, la matanza de animales y p�jaros con objeto del uso de su carne como forma alimento llegaron a ser lentamente impopulares. De esta manera, las lesiones a los seres vivos fueron disminuyendo mucho.

Adem�s, la pr�ctica de la dieta vegetariana fue adoptada por l secciones grandes de la poblaci�n en diversas regiones del pa�s.

En este tema el Dr. N. K. Dutt, explica en su libro Origen y crecimiento de las castas en la India, observa que el Tirthankara Majavira predic� el hecho b�sico de que cada ser vivo tiene una santidad y una dignidad que debe ser respetada.

Por este tema �l ense�aba el lema de Vivir y dejar vivir.

Las ense�anzas de Majavira y de Buda, lograron que disminuyeran mucho los sacrificios de animales, y que mucha gente adoptara el vegetarianismo.

El principio de Ahimsa tiene una fuerza positiva y una s�plica universal. El principio de Ahimsa impregna la vida de los jainas, y la cultura jaina se refiere como la cultura de Ahimsa.

El Jainismo practic� y propag� esa cultura desde �pocas muy antiguas. La antig�edad y la continuidad de la cultura de Ahimsa es principalmente debido a los esfuerzos incesantes del Acharyas, es decir santos.

En otras �pocas hab�a muchos m�s jainas de los que esisten actualmente, y difundieron mucho la cultura de Ahimsa entre las masas.

Esto explica que en los estados de Gujarat y de Karnataka, que eran fortalezas jainas en otras �pocas, gran parrte de la poblaci�n sea vegetariana.

De hecho, se admite que como resultado de las actividades jainas, s Ahimsa todav�a forma parte del sustrato social de la India en su totalidad.

Insistencia respecto a la tolerancia

La defensa del principio de la tolerancia religiosa ha sido la contribuci�n caracter�stica del Tirthankara Majavira.

Cuando �l promulg� la Religi�n Jaina, nunca desaprob� a otras religiones, y nunca intent� probar que otras religiones sean falsas.

De hecho, �l propuso las doctrinas de Anekantavada, es decir, muchos-aspectos, y demostr� que una cosa se puede considerar de muchos puntos de vista.

Aconsej� siempre a la gente descubrir la verdad en cualquier cosa, despu�s de considerar varios lados o aspectos de esa cosa.

Esto ensancha obviamente la perspectiva de las personas, mientras que miran a una cosa de diversos �ngulos.

Al mismo tiempo, el principio de Anekantavada no engendra sensaciones de enemistad o de odio hacia otras religiones porque cree que otras religiones tambi�n tienen algunas verdades en sus ideas.

Por lo tanto, declarando este principio, el Tirthankara Majavira abog� por el principio de la tolerancia y sostuvo que puede ser aplicado a las actividades intelectuales, sociales, religiosas y otras. Consecuentemente, Anekantavada se aplica a la vida psicologica y espiritual del hombre, y que no est� s�lo para solucionar un mero sunto ontol�gico.

Convence que la verdad no es monopolio de cualquier religi�n denominational.

Tambi�n equipa al aspirante religioso con la virtud de la tolerancia intelectual, que es una parte de Ahimsa.

Los seres humanos est�n limitados en el conocimiento y la expresi�n adecuados.

El Jainismo siempre ha sostenido que es incorrecto y peligroso presumir que su propio credo solamente representa la verdad.

La tolerancia es una caracter�stica de la ideolog�a jaina, seg�n lo propuesto por el Tirthankara Majavira.

Incluso, los monarcas y los generales jainas tienen un expediente limpio y recomendable en este tema.

La historia pol�tica de la India no conoce de ning�n caso que alg�n rey jaina haya ordenado hostilidades hacia personas de otras religiones.

En cambio, laicos y ascetas jainas sufrieron persecuciones ordenadas por fundamentalistas.

Es notable como los jainas conservan sus creencias y pr�cticas tenazmente, desde tiempos inmemoriales.

El Dr. B. A. Salefore ha observado que Ahimsa es la mayor contribuci�n a la cultura hind�.

No puede ser negado que la comunidad jaina foment� el principio de la tolerancia m�s sinceramente y con mayor �xito que cualquier otra comunidad en la India.

Est�mulo a la asistencia social.

Junto con el �nfasis m�ximo en la observancia real de Ahimsa, el Tirthankara Majavira ampli� grandemente las implicaciones de Ahimsa.

�l abog� fuertemente que el concepto de Ahimsa no se debe confinar solamente al aspecto de no hacer cosas, sino hay que ejercerlo en el aspecto de hacer cosas.

Es necesario evitar la lesi�n a los seres vivos, pero debe tambi�n ser aplicado en el sentodo de aumentar el bienestar de todos los seres vivos.

Majavira abogaba trabajar por el bienestar de las personas necesitadas, y de tomar medidas pr�cticas para mejorar las condiciones desgraciadas de seres vivos afligidos incluyendo insectos, p�jaros, animales y seres humanos.

Este aspecto de la pr�dica del Tirthankara Majavira es muy importante en la cultura de la India.

Este acercamiento humanitario para disminuir las miserias de los seres vivos fu� incluido en el Yrata, es decir, voto de Aparigraha, es decir, abstenci�n de avaricia de las posesiones mundanas.

El voto de Aparigraha es el quinto de los cinco votos principales que deben seguir constantemente todas las personas.

Aparigraha implica evitar la transgresi�n de Parigraha que consiste en desear m�s de lo que necesita un individuo.

Este voto tiene como objetivo poner un l�mite en las posesiones mundanas de los individuos, seg�n sus necesidades y deseos.

El voto de Aparigraha es llamado como Parigraha-Parimana-Vrata, es decir, el voto para limitar las posesiones mundanas.

Recomienda a los laicos que debe fijar, de antemano, el l�mite de sus pertenencia m�ximas, y no deben en ning�n caso, excederlo.

Si eso sucede debe dedicarlo a la caridad.

Las mejores formas de hacer caridad, sonn por ejemplo dar alimento a los hambrientos y a los pobres, salvando las vidas de la gente en peligro, distribuir medicinas y difundir conocimientos.

Estas caridades son obligaciones esenciales, y contribuyen al bienestar de los seres vivos.

Tambi�n se hacen iniciativas para el bienestar de insectos, de p�jaros y de animales.

Para esto se establecen dispensarios, instituciones educativas etc.

Se construyen alojamientos para peregrinos y para gente pobre.

Los Dharrna-Shalas, son casa que se acondicionan para peregrinos.

Los Aushadhalayas, es decir, dispensarios, donde se dan medicinas a las personas afligidas.

Junto con los dispensarios para seres humanos, hay instituciones especiales conocidas como Pinjarapols para la protecci�n y el cuidado de animales y de p�jaros desamparados.

En �pocas inusuales de inundaciones y/o de hambrunas estos Pinjarapols realizan varias actividades para proteger a los animales.

Son muy frecuentes en Gujarat y Rajasth�n y en esos lugares casi no hay una aldea donde no est� presente alg�n Pinjarapol.

La educaci�n de las masas es un tema fundamental.

Los ascetas jainas tuvieron gran importancia en la educaci�n de los ni�os, en determinads regiones como Andhra, Tamil Nadu, Karnatak y Maharastra.

En este tema el Dr. A. S. Altekar explica que enlas escuelas los ni�os antes de comenzar sus avtividades escolares deben rendir homenaje a la deidad Ganesha, recitando la f�rmula “Shri Ganeshaya Namah”, que es com�n en la sociedad hind�.

Lo curioso es que en Deccan debe ser seguida por la f�rmula jaina “Om Namah Siddham”.

Esto demuestra que los maestros jainas en la Edad Media controlaban la educaci�n, y los hind�es continuaron ense�ando a sus ni�os esta f�rmula originalmente jaina, incluso despu�s de la declinaci�n del Jainismo.

Incluso actualmente se mantiene la tradici�n de dar ChaturvidhaDana, es decir cuatro tipos de regalos, en todas las regiones de la India.

De este modo, herencia de Majavira se ha continuado hasta la actualidad.

As�, tiene un valor inmenso el voto de Aparigraha o de Parigraha-Parimana, desde punto de vista social.

Al mismo tiempo, este voto tiene una gran significaci�n en la preparaci�n de una actitud mental apropiada hacia las posesiones materiales, en la formaci�n de una escala de valores verdaderos, y para desarrollar un de la proporci�n correcta para las posesiones individuales. Este voto ense�a que uno no debe sentir demasiado apego hacia sus propias posesiones, y debe resistir todas las tentaciones.

Ense�a que uno puede tener muchos bienes, pero no debe caer en la avaricia.

Este voto inculca una actitud mental particular de dominio de s� mismo ante los placeres, el estoicismo ante de las tentaciones y de la separaci�n de las cosas superfluas o superabundantes.

Esta actitud de la mente es quiz�s m�s necesaria en la actualidad antes que en otras �pocas.