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Lección 3 – “Odic y” fuerzas actínicas
Hay dos fuerzas que hacemos conscientes de cuando comenzamos a meditar; la fuerza odic y la fuerza actínica.
La fuerza de Odic es el magnetismo que emana hacia fuera de nuestro cuerpo físico, atrae y se combina con el magnetismo de la gente.
La fuerza actínica es energía pura de la vida que emana de la fuente central de la vida sí mismo.
La fuerza odic es de lo que se hacen las ciudades, los hogares se hace de. La fuerza actínica, atravesando el cuerpo físico, hacia fuera a través de las células y a través de la piel, se convierte en eventual fuerza odic.
Tan pronto como comencemos a meditar, hacemos conscientes de estas dos fuerzas y debemos estar enterados de cómo ocuparse de ellas.
Las fuerzas odic son calientes, pegajoso.
Las fuerzas actínicas son inspiraciones, limpio, puro, verdad. Buscamos en la meditación la fuerza actínica.
Cuando comenzamos a meditar, tenemos que transmute las energías del cuerpo físico.
Sentándose encima de derecho con la espina dorsal erguida, las energías del cuerpo físico están cambiados
La espina dorsal erguida, la cabeza balanceada en la tapa de la espina dorsal, trae uno en un humor positivo.
En una posición de la meditación tal como esto no podemos hacer preocupados, o presionados o soñolientos.
Caen los hombros adelante y cortocircuitos las fuerzas actínicas que atraviesan la espina dorsal y hacia fuera a través del sistema del nervio.
En una posición tal como esto es fácil presionarse, para tener discusiones mentales con se u otro, o para experimentar infelicidad. Con el equilibrado erguido y principal de la espina dorsal en la tapa de la espina dorsal, somos positivo, dinámico.
Los pensamientos compiten con a través de la mente-sustancia, y estamos enterados de muchos, muchos pensamientos.
Por lo tanto, el paso siguiente es al transmute las energías del área intelectual de la mente de modo que movamos nuestro conocimiento en un área de la mente que no piensa sino concibe, miremos el área de pensamiento.
La fuerza del área intelectual de la mente es controlada y cambiada con la energía de una respiración regulada.
Un pranayama que comienza es un método de respiración: nueve cuentas como inhalamos, sosteniendo uno; nueve cuentas como exhalamos, llevando a cabo una cuenta.
Sea muy seguro mantener el mismo número de cuentas hacia fuera que adentro, o que la respiración está regulada a la misma distancia adentro que la misma distancia hacia fuera.
Esto permitirá rápidamente que usted sea enterado de un área de la mente que no piensa sino está intenso viva, pacífico, dichoso, concibe la totalidad de un concepto más bien que de pensamiento fuera de las varias piezas.
Esta área perceptiva de la mente es donde están las más vibrantes las fuerzas actínicas. Sushumna, la energía de la espina dorsal, se siente dinámicamente, y somos entonces listos comenzar la meditación.